3.200 entrevistas. Ocho provincias. Siete capítulos. Y un único objetivo: establecer la foto fija de las costumbres, inquietudes y valores de los jóvenes andaluces. El Informe Social de la Juventud, una macroencuesta elaborada por la Junta, dibuja un perfil del joven entre 14 y 30 años como una persona muy preocupada por el desempleo, que valora las relaciones familiares sobre todas las cosas e intolerante hacia la violencia de género.
La consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, presentó ayer los grandes trazos del estudio. La encuesta señala que 50% de los jóvenes vive exclusivamente de los ingresos de terceras personas —generalmente sus padres— y que el 27,4% recibe alguna ayuda para mantener una independencia parcial. Solo uno de cada cinco jóvenes vive exclusivamente de lo que gana. La edad promedio de abandono del hogar familiar es de 20,3 años. En este cómputo se incluyen los que forman una familia propia (30,4% de los emancipados) y los que salen de casa de sus padres para completar sus estudios (un 37,4%).
La estadística presentada ayer por la consejera no permite entrar en detalles sobre grupos de edad y sexo. El estudio completo se presentará hoy, después de que haya sido preciso recomponer las tablas por un error de maquetación, según informó una portavoz de Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ). Sin embargo, algunos datos siguen siendo relevantes pese a que abarcan desde casi niños hasta adultos.
De los jóvenes que están trabajando, la mayoría (39%) cuentan con un contrato temporal, mientras que el 29% disfrutan de uno indefinido. Además, un 12% trabajan por cuenta propia y un 8% lo hacen en la economía sumergida, es decir, de forma esporádica y sin contrato. En una región con unas tasas de paro juvenil del 53% —entendiendo en este caso por joven al menor de 25 años—, el 78,9% de los encuestados desempleados ha tratado de buscar una colocación en las cuatro semanas anteriores a la realización de la encuesta. Para encontrar trabajo, el 71% de los jóvenes otorga valor a las credenciales académicas.
En el ámbito de la salud destaca un dato: la edad media en la que los jóvenes mantienen su primera relación sexual completa es de 16,4 años. En el anterior informe, del año 2003, la edad confesada por los encuestados de inicio en el sexo era exactamente un año más: 17,4 años. Según el estudio, el 84,6% de los jóvenes entre 14 y 30 años ya ha practicado el coito. Pese a la mayor precocidad, la educación sexual va calando, según se desprende de la encuesta: los más jóvenes —entre 14 y 17 y entre 18 y 21 años— son los que más utilizan métodos anticonceptivos (83,3% y 85,6% de los encuestados de cada grupo de edad respectivamente dicen usarlos).
Asimismo, el informe determina que el comportamiento entre la juventud en el consumo de alcohol y drogas es similar al de la población adulta. Así, el 90% bebe ocasionalmente o en fin de semana, solo un 10% tiene un consumo superior de alcohol y, por tanto, son bebedores frecuentes. El 60% de la juventud ni si quiera ha probado el tabaco.
La consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, presentó ayer los grandes trazos del estudio. La encuesta señala que 50% de los jóvenes vive exclusivamente de los ingresos de terceras personas —generalmente sus padres— y que el 27,4% recibe alguna ayuda para mantener una independencia parcial. Solo uno de cada cinco jóvenes vive exclusivamente de lo que gana. La edad promedio de abandono del hogar familiar es de 20,3 años. En este cómputo se incluyen los que forman una familia propia (30,4% de los emancipados) y los que salen de casa de sus padres para completar sus estudios (un 37,4%).
La estadística presentada ayer por la consejera no permite entrar en detalles sobre grupos de edad y sexo. El estudio completo se presentará hoy, después de que haya sido preciso recomponer las tablas por un error de maquetación, según informó una portavoz de Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ). Sin embargo, algunos datos siguen siendo relevantes pese a que abarcan desde casi niños hasta adultos.
De los jóvenes que están trabajando, la mayoría (39%) cuentan con un contrato temporal, mientras que el 29% disfrutan de uno indefinido. Además, un 12% trabajan por cuenta propia y un 8% lo hacen en la economía sumergida, es decir, de forma esporádica y sin contrato. En una región con unas tasas de paro juvenil del 53% —entendiendo en este caso por joven al menor de 25 años—, el 78,9% de los encuestados desempleados ha tratado de buscar una colocación en las cuatro semanas anteriores a la realización de la encuesta. Para encontrar trabajo, el 71% de los jóvenes otorga valor a las credenciales académicas.
En el ámbito de la salud destaca un dato: la edad media en la que los jóvenes mantienen su primera relación sexual completa es de 16,4 años. En el anterior informe, del año 2003, la edad confesada por los encuestados de inicio en el sexo era exactamente un año más: 17,4 años. Según el estudio, el 84,6% de los jóvenes entre 14 y 30 años ya ha practicado el coito. Pese a la mayor precocidad, la educación sexual va calando, según se desprende de la encuesta: los más jóvenes —entre 14 y 17 y entre 18 y 21 años— son los que más utilizan métodos anticonceptivos (83,3% y 85,6% de los encuestados de cada grupo de edad respectivamente dicen usarlos).
Asimismo, el informe determina que el comportamiento entre la juventud en el consumo de alcohol y drogas es similar al de la población adulta. Así, el 90% bebe ocasionalmente o en fin de semana, solo un 10% tiene un consumo superior de alcohol y, por tanto, son bebedores frecuentes. El 60% de la juventud ni si quiera ha probado el tabaco.
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