Los primeros asturianos nacidos en 2013 no son ajenos a la coyuntura económica. Algunos de los bebés más madrugadores del año que ayer dio comienzo son hijos de parados, y sus padres, aunque felices y optimistas con su llegada, confían enque vengan con el consabido pan bajo sus pequeños brazos.
Después de veintidós años juntos, llegó la primera, y lo hizo en un primero de enero. Y, además, ha sido la primera asturiana de 2013. Puri Simón e Iván Laria se convirtieron en papás a las 00.49 horas del día de Año Nuevo en el gijonés Hospital de Cabueñes. «Yo estaba aguantando el tirón, con Iván ayudándome mucho, para que el personal sanitario pudiese tomar las uvas. Con la epidural no sentía nada. Cuando llegaron, les dije: "Feliz año y vamos a empezar "», relata Puri Simón, de 39 años, madre por «primera y única» vez.
Carlota -así se llama la primera asturiana de 2013- es un bebé de 3,530 kilos. «Yo decidí el nombre. Me gustó Carlota y no hay demasiadas», asegura Iván Laria, al que le ofrecieron tomar las uvas pero dijo que no «por solidaridad con mi pareja». Ayer por la mañana recibían la visita de multitud de familiares. «Es la muñequina de verdad que nos traen los Reyes», aseguraba Mari Carmen Valea mientras sujetaba en brazos a su nieta recién nacida.
Puri e Iván viven en el barrio gijonés de La Calzada. Ella es profesora de escuela pública y viaja todas las semanas hasta Cantabria, donde ocupa su plaza. «Soy una de esas leyendas urbanas que decía Areces», suelta con humor la madre primeriza, que en teoría salía de cuentas el 30 de diciembre y que no se imaginaba que fuera a convertirse en la primera madre del año hasta las once de la noche, cuando se vio sola en el paritorio. «El equipo del hospital nos trató muy bien», afirma. Poco después de la última campanada rompió aguas y, tras 40 minutos, Carlota venía al mundo.
Por poco no fue adelantada por Lucía, segunda asturiana del 2013, también gijonesa y también de La Calzada. El parto exprés protagonizado por su madre, de apenas 15 minutos, no adelantó al de Carlota por escasos 11 minutos. «En teoría, salía de cuentas el 1 de enero y me iban a inducir el parto. Pero me puse yo sola de parto», cuenta María Rodríguez, de 22 años, y madre por segunda vez. Su primera hija, María José, tiene ahora una hermanita, Lucía, de 2,955 kilos de peso. Para estas dos familias su «mejor regalo» del 2013 llegó muy pronto. Ahora falta completar la faena y que tanto María Rodríguez como Iván Laria, ambos en paro, encuentren trabajo.
En Avilés, Paula Suárez García llegó al mundo dando cumplimiento a uno de los deseos de sus padres, Silvia y Pablo. «Quería que naciera en 2013 para que no sea la más pequeñina de la clase cuando vaya al cole, y ha sido obediente», explicaba Silvia García. Su hija abrió los natalicios del año en el Hospital San Agustín a las 02.35 horas de la madrugada y pesó 3,280 kilos. «Me dejó comer las uvas tranquilamente. Ingresé a las dos de la mañana y media hora después ya había nacido. Estuve unos 15 minutos en el paritorio», explicó la feliz madre, deseosa ya de que su primogénita, Deva, conociese a su hermana.
El primer bebé nacido en Oviedo se hizo de rogar. Su madre había ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a las dos de la tarde del lunes, pero Daniel García Maroto no se decidió a salir hasta las siete menos veinte de la mañana de ayer. «Fue una noche eterna, parecía que no llegaba», comentaba horas más tarde su padre (llamado también Daniel). Con cuatro kilos de peso, es el primer vástago de una familia que reside en Pañeda Nueva, concejo de Siero. También hijo de la circunstancia histórica, Daniel llega a este mundo con su padre en el paro, mientras que su madre, Tamara Maroto, acaba de concluir sus estudios de peluquería. Ambos se muestran convencidos de que el pequeño les traerá alegrías laborales: «El año no podía empezar mejor».
Sara Quidiello Fombella fue la bebé más madrugadora en las Cuencas. Nació en el Hospital Valle del Nalón, de Riaño (Langreo) a las siete y media de la mañana, aunque las primera contracciones le llegaron a su madre, Irene Fombella, durante la cena de Fin de Año. «No dije nada, tomé las uvas pero, pasadas las cinco de la madrugada, eran más fuertes y decidí venir al hospital», indicó. Irene y su marido, José Antonio Quidiello, que residen en La Felguera, tienen trabajo y están «encantados de que haya nacido en un día tan señalado». Es su primera hija, pero no quieren tardar mucho «en aumentar la familia», destacó la feliz madre. Sara pesó 2,5 kilos.
En la otra cuenca, a Ariadna Mimun Muñoz estaban esperándola desde el 17 de diciembre, pero retrasó su llegada al mundo para convertirse en el primer bebé de la comarca del Caudal. Su madre, Sara Muñoz, empezó a sentirse mal en su casa de Mieres a las seis de la mañana, y su padre, Ali Mimun, la llevó al hospital. Ariadna nació a las once de la mañana. «Estamos muy felices», aseguraba Sara Muñoz poco después de merendar. Ariadna tiene un hermano, y sus padres -actualmente en paro- piden a 2013 «amor y trabajo para sacarlos adelante».
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